Si hay un trabajo que me produce admiración ese es el del maestra, cuidadora y animadora --léase también en masculino-- de Escuelas Infantiles, lo que todos conocemos como guarderías. Para disfrutar del guirigay matutino que producen el vocerío alegre de los más pequeños, hay que estar hechos de una pasta especial, la misma con la que están cocinados Marta Torres, Ana Godínez, Vega Polán y Oscar Antúnez, éste último hasta que abandonó a los pequeños para convertirse en alcalde de la localidad soyana.
Quizá por su relación profesional con la Escuela Infantil El Valle Encantado, quizá por sensibilidad personal, una de sus primera medidas al mando del ayuntamiento ha sido la potenciación de las políticas de conciliación entre la vida familiar y profesional de los serranos en general y de las familias soyanas y del centro de la Sierra en particular.
Así, para el próximo curso, Oscar Antúnez tiene prevista una rebaja en la cuota mensual de la Escuela Infantil que oscila “entre el 20 y el 30% de su precio actual”, declara a este diario el regidor. Así, si hasta este curso la cuota ha sido de 70 euros al mes más 20 euros de matrícula, para el curso 2015--2016, los planes municipales pasan por reducirla hasta los 50 euros mensuales. “Con esta reducción pretendemos dos objetivos”, declara Antúnez. “Por un lado, ayudar a conciliar la vida familiar y profesional de las familias con menos recursos y, por tanto, más necesitados de lograr y mantener un trabajo fuera de casa y, por otro, aumentar el número de alumnos que acuden diariamente a nuestra Escuela Infantil”. La reducción de la cuota está pendiente de la aprobación en pleno y de la aceptación por parte del grupo de la oposición, el Partido Popular que, si bien está en minoría en la nueva corporación “nosotros queremos gobernar con el consenso de ambos grupos por el bien de nuestro pueblo”, declara el flamante alcalde.
Siguiendo esta política de conciliación, el ayuntamiento mantiene abierta la guardería tras el cierre de los colegios de primaria. “Con ello --declara Antúnez-- pretendemos ayudar a las familias en la organización de su tiempo laboral porque, en muchos casos, no tienen con quien dejar a los pequeños porque los abuelos, por ejemplo, también tienen que trabajar”. La cuota para el mes de julio es de 70 euros --sin matrícula-- y el horario --como el resto del curso-- es de 8.30 horas a 14.30 horas.
El Valle Encantado cuenta con 14 plazas y en este último curso han asistido ocho niños soyanos, acebanos, villamelanos y peraliegos. Ayer mismo, día de San Juan, Daniela y Pablo, dos íntimos y jovencísimos amigos, vivieron su graduación y el año que viene comenzarán a estudiar ya Educación Infantil en los centros de primaria. “Hoy me voy con mi amigo Pablo a pasar el día en Acebo”, comentaba alegre a este diario Daniela, muy amante de la charla y poco amiga de las fotos.
Ana Godínez trabaja en la guardería desde su apertura en abril de 2013. Por sus manos han pasado ya una docena de bebes, ocho de ellos en el último año. Como profesional especializada, tiene muy bien organizada la jornada de los niños. Comienzan con una asamblea en la que se cuentan, entre balbuceos, las cuitas del día anterior y luego van circulando por los distintos rincones de esta alegre y colorida guardería: el rincón de los idiomas, donde aprenden sus primeras palabras en inglés, el rincón de la iniciación de la lectura, donde aprenden a reconocer las vocales y los primeros números o el rincón de la psicomotricidad en el que Ana se apoya en juegos para aumentar la habilidad fina de los pequeños. Por tener, en el Valle Encantado tienen hasta patio para el recreo y un museo donde exponen las obras creadas en grupo por esta pandilla de Mirós y Dalís.
El Valle Encantado tiene también servicio de comedor en el que los estudiantes disfrutan con la comida hecha en casa que traen con ellos cada mañana.
Para Ana Godínez “trabajar con niños pequeños, como profesora de Educación Infantil, es muy, muy gratificante, sobre todo, por el cariño que recibes de todos ellos”. La profesora, como el alcalde, tiene muy claro el papel determinante que juegan las guarderías en la conciliación de la vida familiar y profesional de los padres: “Muchas madres me comentan que si no fuera por este servicio ellas no podrían trabajar fuera de casa”. ·”El descanso y la tranquilidad que supone una guardería para las familias usuarias es incuestionable”, concluye el hada del Valle Encantado.
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