sábado. 18.05.2024

Una manifestación de narices

Cinco minutos semanales robados al recreo para reclamar a la puerta del cole la construcción de un nuevo centro educativo en Perales del Puerto. La leyenda del nuevo colegio nació hace más de veinte años y desde entonces, alumnos y profesores claman por un colegio del siglo XXI que sustituya al que se construyó en el primer tercio del siglo XX

A las puertas del cole pidiendo una solución
A las puertas del cole pidiendo una solución

La clase de ciudadanía en el colegio público "Virgen de la Peña" siempre es un horno donde dorar nuevas ideas. De los alumnos de sexto y quinto y de su tutor, Rafael Girón, ha partido la idea de reivindicar semanalmente a las puertas del colegio “de arriba” --el colegio se divide en dos edificios situados en calles diferentes-- la construcción de un nuevo centro educativo en los terrenos cedidos por el ayuntamiento y cuyo proyecto fue aprobado por la Consejería de Educación en 2001. 

En el colegio “de abajo” estudian los alumnos desde que comienzan en la escuela hasta tercero de primaria. De cuarto a sexto, los niños pasan al colegio “de arriba”, donde la biblioteca solo puede usarse cuando los de quinto no dan clase porque aula y biblioteca tan sólo están separadas por medio tabique. Un edificio lleno tan lleno de encanto --es de 1929-- como de problemas. Los inconvenientes de los dos edificios del colegio peraliego son tan básicos y evidentes que hablar de “accesibilidad” o de “seguridad en el puesto de trabajo”, por ejemplo, está fuera de lugar . 

Y mientras los niños estudian separados, los profesores cambian de edificio diariamente para atender a unos y a otros mientras dejan solos a los primeros y llegan tarde a atender a los segundos; y viceversa. 

Rafael Girón recuerda que en 1991, cuando él asistió a su primer Consejo Escolar como maestro en el Virgen de la Peña-- ya surgió la necesidad de un nuevo centro y fue enviada a la Consejería una memoria justificada con esta petición. Entonces estudiaban en el colegio de Perales 147 niños de tres a 14 años, porque aún estudiaban los del primer ciclo de la ESO. En 1991, los 147 alumnos ocupaban no dos sino tres edificios, uno de ellos, antiguo cuartel de la Guardia Civil, “en el que daba miedo ir al baño, con aquel ventanuco oscuro”, recuerda el veterano maestro. 

Este año, en clase de ciudadanía salió la discusión y el uso de la palabra “narices” y así ha sido como han bautizado a las manifestaciones de los lunes, unas manifestaciones “de narices” porque alumnos y maestros le echan valor para luchar por su colegio. Ya son cuatro semanas, un mes, que el colegio "Virgen de la Peña" reclama cada lunes por su nuevo colegio. Sus promotores esperan que se unan a ellos la comunidad educativa y los vecinos en general asistiendo a estas citas de los lunes al mediodía. 

Elena Rivas es estudiante de quinto en Perales del Puerto y recuerda cómo su hermana María --que ahora estudia en Hoyos tercero de secundaria-- ya reivindicaba un nuevo centro. “A ver si con estas manifestaciones conseguimos un colegio nuevo, que nos lo han prometido desde hace por lo menos doce años”, añade María. “Yo he escuchado la historia del nuevo colegio desde que tengo uso de razón y aún estamos esperando, y aunque son pocas las posibilidades de que nos hagan caso, está bien que nos manifestemos”, declara Siria Moro, alumna de sexto. Su compañera Sol Caroline Roma recuerda las protestas del pasado año “cuando nos llevamos las mesas, las sillas y la pizarra al sitio donde debería estar el nuevo colegio”. La estampa de alumnos y maestro en medio de un olivar fue portada en la premiada revista escolar Peraluna del pasado año. 

Y su maestro, el maestro de todos, Rafael Girón que todo lo dice cantando escribió hace 22 años este magnífico poema que puedes leer pinchando aquí

Las manifestaciones de los lunes no son las únicas acciones que se están llevando a cabo. A propuesta de una mamá del AMPA están estudiando una nueva acción que a buen seguro hará que en Mérida se hable del colegio y la comunidad educativa de Perales del Puerto. Tiempo al tiempo. 

Una manifestación de narices