“Felicidades por ese pedazo de programa”, así finaliza el vídeo que el prestigioso cocinero internacional Toño Pérez --el alma del Relais Chateaux Atrio, de Cáceres-- ha hecho llegar a los participantes en el programa de cocina saludable Master Junior Cocina, de Perales del Puerto.
Tras ocho semanas, el programa ha llegado a su fin. Ocho familias han participado en este proyecto que se inició a finales del mes de mayo y finalizó la pasada semana con la entrega de premios. El jurado formado por las cocineras Elena Carretero, Cristina Martín, Peña Sánchez y Montse Morientes valoraba cuatro ítem antes de dictar su veredicto: Sabor, presentación, higiene y autonomía del pequeño o la pequeña cocinera ante los fogones. Ilsa Gómez Foj, ha resultado ganadora y para ella lo más importante de esta experiencia gastronómica ha sido “los ratos tan agradables que he pasado junto a mi mamá”.
Y es que de eso, precisamente, se trataba el programa Master Junior Cocina: fomentar el ocio y la alimentación saludables y fomentar los lazos entre las familias y la comunidad peraliega en general.
En opinión de Modesta Chorro, teniente de alcalde peraliega, el programa “ha sido muy positivo porque los niños han estado viniendo con mucha ilusión y hemos podido verles evolucionar semana a semana”. “Los niños, -continúa Chorro-, además han aprendido la importancia de seguir una dieta equilibrada y han abandonado la bollería industrial”. Si en su mano estuviera, habría una segunda edición del programa. En este punto, todos los colectivos sociales peraliegos están de acuerdo: el AMPA del colegio, los responsables del Centro de Salud, Cáritas Parroquial y la asociación de mujeres, entre otros colectivos participantes.
Para Elena Esnaola, miembro de Cáritas, la experiencia ha sido “muy positiva, sobre todo el hecho de ver a las madres con sus niños, el proceso a lo largo del que las madres han ido depositando una mayor confianza en los pequeños, a los que han ido dando mayor autonomía, y el trabajo en común”. “También ha sido muy interesante -añade- cómo ha funcionado el equipo de organización y la experiencia ha sido muy enriquecedora, muy bonita”. Esnaola se refiere con sus palabras al comando de madres que cada jueves realizaban la compra de todo lo necesario para que los pequeños cocineros tuvieran todo preparado antes de iniciar su tarea. “Se han estrechado muchísimo las relaciones entre todos los que hemos tomado parte en el proyecto”. “A mí, personalmente, me hace mucha ilusión cómo me abrazan y saludan por la calle niños con los que antes tenía una relación más fría”. La forma en que las familias han arropado a los pequeños ha llegado a “emocionar” a Esnaola. Y no es para menos, junto al tándem formado por el pequeño chef y su acompañante, un revuelo de familiares alrededor de la larga mesa donde se disponían las ocho cocinillas para elaborar los platos. Esnaola tiene también palabras de agradecimiento para la asociación AOCA, de Navalmoral de la Mata “de quienes tomamos prestada la idea y quienes han estado pendientes de nosotros durante estas ocho semanas”, concluye sonriente y satisfecha.
De este comando de madres participaba Yina Tavara Carrasco. En su opinión el programa ha estado “bien, muy bien, sobre todo, porque implica a los hijos en las tareas de hogar y a mi me encantaría que se repitiera la experiencia el año que viene”.
Juan Carlos Parra, médico de la localidad y coordinador del Área de Salud de Hoyos también considera que la experiencia ha sido “muy positiva, ha sido una gozada ver con qué ilusión han participado los niños y sus familias”. Entre los logros del programa, Parra destaca simpático “ahora los niños corren a lavarse las manos antes de entrar en la cocina o tocar la comida y, además, ¡hemos podido probar todos los platos! y yo, personalmente, he aprendido algún truco de cocina”. Parra añade que en el balance de esta experiencia “no podemos olvidar a las cuatro grandes cocineras que han tomado parte en el programa; sin ellas no podríamos haberlo llevado a cabo”. En la parte negativa, el doctor destaca “la ausencia de padres. Al igual que han participado niños y niñas, deberían haber venido los padres como han hecho las madres”.
Para la cocinera Montse Morientes, el programa ha resultado “Fenomenal; yo me lo he pasado pipa”. “Los niños han evolucionado mucho tanto en autonomía como en expresividad”. A esta mujer con una experiencia en la cocina de 28 años --17 al frente de los fogones en El Redoble y ahora con Mensajeros de la Paz en Cilleros-- “me encantaría ver una segunda edición del programa; lo he pasado genial y los niños han realizado un trabajo formidable”.
Los pequeños chefs, con edades comprendidas entre los ocho y los doce años, han sido: Jaime, Kevin, Javier, Ilsa, Erika, Raúl Carla y Nerea.
Además de aprender a cocinar, los niños han conocido de primera mano el mejor restaurante de la región y miembro del top cinco de España, el Relais Chateaux Atrio, de Cáceres y han recibido interesantes y amenas charlas sobre la alimentación saludable.
Enhorabuena a los promotores y a los participantes en el programa.
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