Este órgano, dependiente del Instituto de Consumo de Extremadura (INCOEX), desarrollará esta campaña en las 17 mancomunidades de municipios de la región que están adheridas a él, que aglutinan a un total de 225 localidades y una población de 535.776 habitantes.
La vuelta al colegio supone un “quebradero de cabeza” para la mayoría de las familias españolas que no han sido previsoras a la hora de afrontar el gasto extra que supone el comienzo del nuevo curso.
Por ello, a través de diversas acciones, como charlas, publicaciones e intervenciones en medios de comunicación, está difundiendo consejos para este periodo, tales como realizar una lista de los productos o servicios necesarios -ropa, libretas, libros, uniformes, etc-, después de haber hecho una valoración de los que ya se tiene.
Elaborar un presupuesto previo adecuado al gasto disponible, comparar los precios en diversos establecimientos, fijarse en la calidad de los productos, preguntar al comerciante por la posibilidad de cambiar el artículo comprado, y pedir y conservar el ticket de compra o la factura o el contrato que se firme son algunas de sus recomendaciones.
Asimismo, sugiere que se valoren otros elementos en la compra de los productos, como por ejemplo si en su producción se han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad, sus efectos sobre el medio ambiente, o si proceden del comercio justo.
Reserva de libros
Respecto a la publicidad sobre la reserva de libros de texto, el Consorcio Extremeño de Información al Consumidor recomienda estar atentos a la “letra pequeña” de los carteles publicitarios, prestando especial atención a detalles como las condiciones de reserva y las facilidades de pago mediante financiación.
También aboga por el fomento de un consumo responsable de material escolar, pues “ahorrar recursos naturales y dinero serán dos ventajas fáciles de obtener simplemente revisando el equipamiento y material del curso pasado como primera medida”, sin descartar la opción de donar o intercambiar material con otras personas.
En este sentido, anima a tomar decisiones siguiendo las cuatro erres-reducir, reutilizar, reciclar y recuperar-, empezando por una revisión a fondo del material escolar que sobró el curso pasado para determinar qué artículos pueden servir para el nuevo curso y cuáles hay que desechar.
Compare y escalone
Una vez decidido qué gastos son inevitables, como consumidores “está en nuestra mano seguir ahorrando, tanto en lo económico como en lo ecológico”, señala el Consorcio, por lo que propone adquirir lo necesario para un determinado periodo de tiempo, sin tener que abarcar lo preciso para todo el curso, pues quizás “puede que nos excedamos o luego haya cambios de planes que nos eviten hacer una determinada compra o tener que adquirir nuevos artículos por fallos en las previsiones”.
Comparar precios y productos, añade, brindará la posibilidad de elegir artículos económicos y ecológicos a la par, teniendo en cuenta que en ocasiones conviene comprar grandes cantidades si el artículo tiene uso asegurado, como ocurre con los folios o las libretas.
Si la familia se ve obligada a realizar compras por adelantado que pudiera querer devolver, hay que guardar los tickets para posibles devoluciones y garantías.
Cambio de horarios
Por otra parte, a fin de afrontar el nuevo curso “en positivo”, el Consorcio aconseja acercar progresivamente los horarios de los hijos al próximo horario escolar, anticipando las horas de despertar y dormir, y reduciendo el tiempo dedicado a la televisión e Internet.
Ver con los hijos los libros que van a estudiar, leer con ellos y plantear de acuerdo con ellos retos de formación y desarrollo humano para el curso son otras de sus recomendaciones, así como visualizar los aspectos positivos de la vuelta al colegio, tales como encontrarse con los amigos, las nuevas materias o el deporte escolar.
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