viernes. 17.05.2024

Boj (Buxus sempervirens L.) en la botica de la sierra

De forma autóctona podemos encontrarlo en hayedos, robledos y quejigares de la parte norte de la península, sin embargo es muy apreciado de forma ornamental, debido especialmente a su adaptación a la poda, resultando idóneo para practicar la topiaria
Boj
Boj

Bujo, boje, o buxo son las denominaciones que recibe esta planta siempre verde, cuyo nombre deriva del griego "buxus" (vaso), haciendo referencia al instrumento para beber que con su madera se confeccionaba.

Arbusto que puede alcanzar varios metros de altura durante su larga vida, pues cuentan que puede llegar a vivir hasta seis siglos.

De ramas cuadrangulares y hojas opuestas, coriáceas y lustrosas, de contorno ovalado o elíptico que tienen un color verde-amarillento en la parte inferior.

Sus flores forman glomérulos en la axila de las hojas superiores, desarrollando en septiembre-octubre y tardando meses en florecer.

El fruto es una cápsula ovoide rematada por tres cuernecitos más cortos, con tres cavidades que contienen cada una dos semillas.

De forma autóctona podemos encontrarlo en hayedos, robledos y quejigares de la parte norte de la península, sin embargo es muy apreciado de forma ornamental, debido especialmente a su adaptación a la poda, resultando idóneo para practicar la topiaria.

Su madera es tan dura que ni siquiera flota en el agua, siendo ideal para el torneado y tallado, empleándose para grabados en madera, piezas de ajedrez, etc...

Virtudes

El boj es tóxico y puede producir la muerte, por consiguiente no es planta recomendada para uso casero, ya que en sus tallos y hojas contiene el alcaloide "buxina", poco soluble en agua y otras sustancias cuya composición es desconocida.

Sin embargo, a lo largo de la historia se le han dado diversas utilidades mediante el cocimiento de sus hojas, para luchar contra las fiebres altas y como aperitivo por su sabor amargo. También se creía que esta infusión aplicada sobre los cabellos les daría color rubio y los haría crecer con profusión.

Tanto se exageró esta cualidad del boj, que se contaba la historia de una imprudente campesina que habiendo quedado completamente calva, se friccionó la cabeza con dicha decoción. Como resultado de este tragamiento, le creció una soberbia cabellera color castaño, con el inconveniente de que habiendose friccionado no sólo el cuero cabelludo, sino también la cara y el cuello, el pelo invadió también dichas partes, de manera que más parecía mona que mujer.

Por tanto, disfrutad del boj en su cualidad ornamental y del aroma que despiden sus hojas en los jardines, puesto que es una planta peligrosa de utilizar en remedios naturales. Podeis reproducirla facilmente mediante esquejes.

Boj (Buxus sempervirens L.) en la botica de la sierra