viernes. 03.05.2024

¡EL TREN! Camino de hierro de la Dalmacia (XVIII)

Es en la Asamblea de Moraleja, de 15 de abril de 1925, donde el Alcalde de Ciudad Rodrigo, don Santiago Martín García, que ya había sido recibido por el Presidente del Gobierno Interino, don Antonio Magaz y Pers, revela el haber mantenido una reunión con el Ministro de Fomento, don Pedro Vives Vich, y de recibir de él la promesa de apoyar el ferrocarril con todo el calor que pudiera

 

Alcalde de Moraleja (izqda) y el Presidente de la Diputación en 1925
Alcalde de Moraleja (izqda) y el Presidente de la Diputación en 1925

El alcalde de Moraleja, don Antonio Fernández Serrano, no dejo pasar la oportunidad que se le brindaba ante más de doscientas personas congregadas en las escuelas públicas de su localidad. Como anfitrión al acto le correspondió abrir la asamblea para saludar, agradecer y presentar a las autoridades presentes y leer las adhesiones al acto de distintas personalidades que no habían podido asistir presencialmente.

Aprovechó la oportunidad que se le brindó, no para elogiar su persona o resaltar los parabienes de la ciudad que rige, sino para dedicar un sentido homenaje a un veterano luchador en pro de la construcción del ferrocarril de Ciudad Rodrigo a Río Tajo.

-- Antes que nada quiero dedicar mis primeras palabras a un hombre que todos conocéis bien –comenzó el alcalde moralejano-. Se trata del médico de este pueblo, aunque natural de Perales del Puerto, don Victoriano Pascual de Sande. Él ha ejercido como médico aquí, pero además ha publicado artículos y libros sobre la noble materia de la medicina y ha investigado hasta descubrir la solución acuosa de bicloruro de mercurio para el tratamiento de la pústula maligna. Para muchos premios fue propuesto y mereció el recibido Premio de Tolosa Latour. Pero sobre todo, hoy en esta magna asamblea que presido, quiero destacar su apuesta tanto como avezado político, diputado provincial, como siendo vicepresidente de la Sociedad Extremeño Castellana, desde cuyos puestos ha defendido y defiende con ardor la construcción de esta línea férrea, desde hace más de veinte años, en los albores del siglo XX, se dice pronto. En esta Asamblea –animó el Alcalde- es donde se ha de levantar la voz de los humildes, henchida de razón, ante los poderes públicos, representados en hombres que tienen por guía el amor a la patria y por norma de conducta la razón, estén donde estuvieren.

Aludió también especialmente al alcalde de Ciudad Rodrigo, don Santiago Martín García:

-- Cuya tenacidad –dijo el alcalde de Moraleja refiriéndose al de Ciudad Rodrigo- ha hecho resucitar este proyecto arrumbado en las oficinas públicas por los políticos viejos.

Defendió el valor estratégico, que ya reconocía en 1909 la Junta Nacional de Defensa del Reino, por afectar a un área fronteriza de más de 25.000 kilómetros cuadrados, surcada hoy solamente por dos carreteras y algunos caminos vecinales. Aseguró que esto facilitará la acción militar recíproca entre cuencas del Duero y del Tajo, cerrando el cuadrilátero ferroviario, cuyos vértices son Ciudad Rodrigo, Salamanca, Plasencia, Río Tajo. Estos vértices avanzados de Ciudad Rodrigo y Río Tajo, permitirían una línea ofensiva y otra defensiva al sur, asistiendo de modo inmediato a la defensa establecida sobre la frontera de Portugal, que queda así garantizada en todo el trazado que recorre la Sierra de Gata. Terminó su exposición exponiendo los fines a los que debía llevar la presente asamblea:

1º.- Condensar las aspiraciones de todos los pueblos en un único proyecto.

2º.- Concretar los ofrecimientos de los pueblos para la pronta ejecución del ferrocarril.

3º.- Organización de la acción de todos, nombrando una comisión de la que formen parte los representantes de las Diputaciones y Ayuntamientos interesados en el proyecto.

Intervino posteriormente el mentado Victoriano Pascual de Sande que levantó fuertes aplausos y calurosas ovaciones.

-- Quiero agradecer los elogios del alcalde de Moraleja, con quien he compartido buenas tertulias sobre el tema que tratamos –comenzó don Victoriano-. Fue en 1908 cuando se constituyó la “Sociedad Extremeño Castellana”, emitiendo acciones por valor de 20.000 pesetas, que sólo Ciudad Rodrigo cubrió más de tres veces teniendo que ir después al prorrateo. La Sociedad buscó ingenieros, que estudiaron el proyecto, en las personas de los  licenciados Salvador García Pruneda, Emilio Pérez, ya fallecido, y Epifanio Marcos Pons. Ellos recibieron sólo tres instrucciones para que dirigieran su trabajo sobre las bases de la seguridad de la Patria, el interés comercial y la mayor economía.

-- Condiciones que únicamente reúne el proyecto Coria, Torrejoncillo, Hoyos, Moraleja, Gata, Payo, Fuenteguinaldo, Bodón, Ciudad Rodrigo – continúo el médico-. Frente a este proyecto se formó otro realizado por ingenieros civiles que sólo tardaron tres meses en hacerlo, mientras que los militares tardaron tres años. Cotejando ambos proyectos y dejando el de los ingenieros civiles para cuando los trenes puedan ir por los aires –ironizó-, el único factible es el de los ingenieros militares, que es a la vez estratégico, comercial y económico.

Se dirigió a los representantes de todos los pueblos recomendándoles que desecharan toda rivalidad entre sí y prestaran toda la colaboración y entusiasmos  necesarios para ver pronto el proyecto convertido en realidad.

El alcalde de Ciudad Rodrigo, don Santiago Martín García, agradeció los grandes elogios hechos hacia su persona por los dos oradores anteriores, la hospitalidad del pueblo de Moraleja y el interés en la acogida de sus gestiones y sus esfuerzos hasta hacer aparecer los olvidados proyectos de este ferrocarril.

-- Me cupo a mi el placer de visitar al General Pedro Vives Vich (1858-1938), ingeniero militar que en ese momento ocupaba el cargo de Ministro de Fomento del gobierno de Miguel Primo de Rivera -relato el alcalde mirobrigense-, y de él recibí firme promesa de apoyarlo con todo el calor que pudiera. Pero con todo eso, propongo dirigir sendos telegramas, donde se hagan constar los anhelos de estas regiones respecto al ferrocarril,  tanto al marqués de Estella, Presidente del Gobierno, como al General Vives, encargado, como tengo dicho, del Ministerio de Fomento.

Gustaron las palabras que el alcalde de Ciudad Rodrigo dirigió al auditorio que, posiblemente en reconocimiento también de su labor, recibió calurosos aplausos y levantó al auditorio con vivas a España, al rey Alfonso XIII, al Directorio General de Ferrocarriles y al propio Ferrocarril.

Continuó el turno de palabras el Gobernador de Salamanca, don Luis Diez del Corral.

-- He venido aquí en el convencimiento de que se está trabajando en una arteria vital para dos provincias hermanas, de las cuales a mi me ha tocado la de Salamanca. No podéis ni imaginaros la triste impresión que me ha provocado ver, en el camino, el lento paso de las carretas que transportan la harina. Visión real de lo que supone el aumento del coste de la vida por la dificultad en las comunicaciones. La conclusión de esta empresa ferroviaria que hoy defendemos, como suele ocurrirles a todas, es de voluntad, nada más que de voluntad. Por todo ello me ofrezco a todos vosotros y os digo que antes que Gobernador soy hombre de acción. Quiero dedicar un aplauso al Alcalde de Moraleja por la brillante preparación de la Asamblea y otro aplauso al Alcalde de Ciudad Rodrigo, cuya tenacidad ha hecho despertar un proyecto después de 10 años de sueño y no precisamente  el de los justos. Me ofrezco a asistir a la inauguración del trazado de la vía ferroviaria, aunque sea en aeroplano y con peligro de romperme un hueso. Todo la daré por bien empleado con tal de que el proyecto marche adelante.

No podía por menos que intervenir el Gobernador de Cáceres, don José García Crespo, cuya provincia albergaba la importante Asamblea desde cuyo calor parecía tocarse con la punta de los dedos el ansiado trazado de la vía férrea y el traqueteo de los vagones.

-- Quiero excusarme en primer lugar por no poder asistir a Salamanca con ocasión de la venida a esta capital del Príncipe de Asturias. Se de buena fuente que las Diputaciones Provinciales hermanas solicitaron del Gobierno de Su Majestad la pronta realización de este ferrocarril. Hechos, también reales, me retuvieron en Cáceres al tener que representar a Su Majestad en la coronación de la Virgen de la Montaña.

-- Ni que decir tiene –continuó-, que me adhiero, con todo entusiasmo, a las gestiones hechas y a las que han de hacerse. Como militar quiero afirmar que considero un crimen de lesa patria, dadas las razones estratégicas, que el cuadrilátero Salamanca, Ciudad Rodrigo, Cáceres y Plasencia no esté unido por un ferrocarril. Es por esto que prometo que así como se consiguió la construcción del puente sonre el Tajo, así se conseguirá la construcción de este ferrocarril de Extremadura a Ciudad Rodrigo.

-- No tengo que deciros que soy también extremeño –confesó-, por lo que me tomo el asunto como personalmente mío y prometo llegar donde los que más lejos hayan ido.

-- Permitidme que dedique mis últimas palabras al elogio sincero a los alcaldes de Moraleja y Ciudad Rodrigo por ser hombres de firme voluntad, que es como se llega a todas partes. Con esa misma voluntad que ellos esgrimen representaré al pueblo extremeño en esta empresa y seré oído en Madrid y en el Directorio General de Ferrocarriles, que ya ha prometido oír a los pueblos humildes que quieren ser grandes. Ellos oirán nuestras peticiones.

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Foto detalle.- “La Unión Ilustrada” del 10 de mayo de 1925. Año XVII. Número 818. Página 32. El alcalde de Moraleja, don Antonio Fernández Serrano, (izda-5), con el Presidente de la Diputación Provincial de Cáceres, don Gonzalo López Montenegro (4).

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