Los poetas Julio Espino, Carlos Ávila y Marc García Arnau ofrecieron el sábado un recital en la casa de la cultura de Hoyos. Más que una lectura de poemas, estos autores realizaron una actuación en la que llevaron al público a través de una cuidadosa y teatralizada puesta en escena al inteior de su mundo poético.
Como en muchos otros grupos poéticos, lo que une a estos autores es más la amistad y la comunión de intereses que la forma poética en sí. Entre el intimismo y el sentido casi doméstico de la poesía de Julio Espino, la poesía de las entrañas, sexual y existencial de Carlos Ávila y el ritmo dramático y universalizador de Marc García Arnau hay pocos elementos en común; pero el sábado en Hoyos todos se combinaron como los ingredientes de un cocido para dejar un buen sabor de boca y un deseo de parranda de orujo a todos los asistentes.
El acto comenzó con una introducción que situaba la poesía fuera de la moral y la normativa en el ámbito del hombre y de la amistad. A continuación cada uno de los poetas leyó parte de la obra recogida en el poemario El mundo dejado a la suerte de una cabra, que incluye también poemas de Sebastián Fiorilli, a quien nos quedamos con las ganas de conocer.
En un interludio aprovecharon para hacer un concurso poético en el que una niña de siete años identificó el poema Donde habite el olvido de Luis Cernuda. El gran poeta sevillano hubiera sin duda disfrutado de este momento a la vez contradictorio y evocativo. El acto se cerró con la lectura de unos últimos poemas que entusiasmaron (y, aunque hablemos de un recital de poesía, no es una exageración) a las sesenta personas que habían acudido al auditorio. Confiamos que cumplan su promesa de volver a esta tierra a sembrar poesía o a lloverla sobre los sembrados.
Utopía I
No se puede amar lo que no existe,los potenciales sueños,horizontes. Tu regreso,el esperma convertido,el árbol que dará forma a mi ataúd.La metamorfosis se puede amar.Pero la mariposa vuela.
No se puede amar lo que no hallo,en el día a día,en el nacer de siempre.
Lo que no se tieneno se puede amar.Pero lo hago.
Carlos Ávila ("El Mundo Dejado a la Suerte de una Cabra", Ediciones Marfutura, 2012)
Qué ganas
Qué ganas de dar al interruptorcomo si fuera mantequilla,de resolver la ecuaciónque deja la huella dactilaren los objetos;de soplar bombillascomo si fueran globos;de llorar igualque una pared de gotéele,de hablar como un grifoque se volviera un manatialen tu boca.Julio Espino Noval ("El Mundo Dejado a la Suerte de una Cabra", Ediciones Marfutura, 2012)
Deseos copulativos I
Yo no quiero que Islandia se adhiera a Europa,quiero que el mundo se adhiera a Islandia,y que se hagan origamis con billetesen un gran psiquiátrico para banqueros;y un paraíso afiscal donde fincarnosy atenernos a los ateneosy hacer jaques a los jequesy que lluevan pucheros y asambleasy que pierdan el turbantelos talibanes de lo ajenoy calle este ruido de fondoy sane, - por qué no -, su síndrome de Diógenesy se enseñe que ayer y siemprela propiedad seguirá siendouna forma de robo.Marc García Arnau ("El Mundo Dejado a la Suerte de una Cabra", Ediciones Marfutura, 2012)