viernes. 29.03.2024

Se ofrecen títulos de Secundaria exprés, a razón de 1000 euros

A lo largo de la pasada semana, hemos publicado noticias en nuestro periódico relacionadas con la educación en nuestra comunidad –y en concreto en la sierra- que nos han emocionado.

A lo largo de la pasada semana, hemos publicado noticias en nuestro periódico relacionadas con la educación en nuestra comunidad –y en concreto en la sierra- que nos han emocionado. Noticias como la catalogación de los libros de la biblioteca del colegio ‘Virgen de la Peña’, de Perales del Puerto; la concesión del premio Joaquín Sama a la innovación educativa al IESO ‘Valles de Gata’; la participación de los alumnos serranos en el Proyecto de Escuelas Viajeras… Todo ello exige un gran esfuerzo por parte de todos los sectores de la comunidad educativa: de los padres, que se implican en la realización de estas actividades; de los docentes, que las organizan y participan en ellas con entusiasmo y, por supuesto, de los estudiantes, los auténticos protagonistas.

Esta es una de las partes positivas de la educación, la que valora el esfuerzo; la que destaca, por encima de todo, el trabajo por parte de todos sus miembros. Nuestros jóvenes están estudiando –unos más y otros menos- para intentar conseguir el mínimo título exigible en la sociedad de hoy, el de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. Y lo hacen empleando para ello la vía ordinaria que ofrecen los institutos o la educación para mayores de 18 años que ofertan los Centros de Educación para Adultos.

Miren: En un instituto los alumnos cuentan con facilidades como adaptaciones curriculares, apoyos, refuerzos, grupos de diversificación… En los Centros de Adultos, tres vías adaptadas a las peculiaridades de cada cual: presencial (que exige la asistencia a clase), semipresencial (ayudados por maestros de aulas) y @vanza (vía on-line). En esta última, un alumno trabaja desde su propia casa. Y todo esto sin olvidar que existe, asimismo, la posibilidad de obtener el título mediante las Pruebas GES (pruebas libres, que se convocan dos veces al año, en las que se matriculan cientos de alumnos). ¿Cómo puede justificarse este Programa como una medida eficaz de conseguir que los jóvenes se titulen? Se ofrecen títulos a 1000 euros: una falta de respeto hacia todos aquellos que dedican su esfuerzo a tener una educación. El mero hecho de poder dejar de ser unos incultos de manera gratuita debería de ser suficiente incentivo.

Todas estas modalidades, no obstante, exigen algo: un esfuerzo. Y parece ser que eso ya está anticuado y hay que prescindir de él. Nuestros jóvenes lo que necesitan es una compensación económica para motivarlos. Esta es la opinión de los que nos gobiernan y que, por supuesto, ponen en práctica sin contar, una vez más, con la opinión de ninguna parte del sector educativo. ¿Para qué?

El debate está ahora en la calle. Los estudiantes expresan indignados su opinión y sus sentimientos al comprobar cómo aquellos que un día enturbiaban el orden normal de una clase, que abandonaron los estudios en busca del dinero que podían obtener fácilmente en la construcción, ahora vuelven a las aulas con premio incluido. Lo que a ellos les va a costar, en el mejor de los casos, dos años, estos lo obtendrán en 35 semanas con sueldo incluido.

Los universitarios, con sus másteres, sus títulos de la Escuela de Idiomas y un largo etcétera de abultado currículum, ven con asombro cómo se premia la vagancia y se castiga al que estudia con incrementos de las tasas y la supresión de becas que encarecen extremadamente sus carreras. Y por supuesto, recién terminadas estas, a engrosar las listas del paro. ¿De verdad creen que no merecerían más los 1000 euros aquellos que se han sacrificado para tener –a día de hoy- una diplomatura o una licenciatura?

Por su parte, los padres se lamentan de que ese dinero tenga que salir –además- de sus impuestos, mientras ellos luchan cada día por intentar mantener la carga familiar que supone tener a uno o más de sus hijos realizando estudios universitarios, después de años de lucha y tesón para aprobar la Secundaria y Bachillerato. ¿De qué sirven ahora las charlas sobre el esfuerzo y su recompensa? ¿Estaban equivocados? Se saca a un buen número de “fracasados escolares” de la estadística y podemos presumir de que nuestra juventud está bien formada. ¿De qué estamos hablando?

Los profesores contemplan asombrados cómo en esta ocasión no se han escatimado medios económicos para llevar a cabo tan brillante idea. ¿No se aplican aquí los incontables recortes que venimos sufriendo en educación? Mientras tanto, las aulas abarrotadas, el número de profesores de los colegios e institutos insuficiente, las bajas sin cubrirse, las infraestructuras mediocres, las especialidades desaparecen… La cultura del esfuerzo y la motivación que estos vienen predicando desde años ha sido sustituida por la zanahoria. Lamentable.

¿Tenemos que creernos que todo esto lo compensa el Plan del dinero? Que paren el mundo, que yo me bajo.

Se ofrecen títulos de Secundaria exprés, a razón de 1000 euros