jueves. 28.03.2024

Reivindiquemos nuestros nombres y nuestra Historia

El pasado día 3 de agosto se presentó en Robledillo de Gata el libro de Juan Carlos García Delgado “Las villas de Valdárrago. Robledillo, Descargamaría y Puñonrostro”. Es un libro escrito con rigor y con un apéndice documental como posiblemente no haya otro en publicaciones similares. Creo que puede servir de modelo para quienes en nuestra comarca quieran estudiar la historia de su villa o pueblo natal y que todos cuantos amamos Sierra de Gata debiéramos conocerlo.

Pero no trato ahora de hacer la crítica de dicho libro porque ya la he hecho en otra publicación y en otro lugar. Lo que quiero ahora es animar a nuestros paisanos para que reivindiquen nuestros nombres.

Robledillo y Descargamaría sabemos donde están, pero de Puñonrostro la mayor parte de la gente no sabe nada o si sabe algo es que hay un retrato del conde de Puñonrostro atribuido a Goya. Y pare usted de contar.

Si el curioso recurre a la red y busca Puñonrostro verá que se habla de dos castillos que llevan ese nombre; uno en Torrejón de Velasco (Comunidad de Madrid) y otro en Seseña (Toledo); es decir, nuestro Puñonrostro, el de Valdárrago es perfectamente ignorado a pesar de que todo nos invita a pensar que fue el primero en aparecer en las páginas de la Historia.

Algo similar ocurre con Salvaleón. Salvaleón es hoy un despoblado en el término municipal de Valverde del Fresno, pero en su tiempo fue una importante plaza que como indica su nombre servía para defender el reino de León de las apetencias portuguesas o musulmanas.  Alfonso IX le concedió un primer fuero en 1227 y la Orden de Alcántara otro complementario en 1253. Ahora bien, si el curioso e incluso puede que impertinente lector busca ese nombre en cualquier diccionario leerá que es un municipio de la provincia de Badajoz, lo cual es verdad. Lo más grave es que sesudos profesores en un estudio, por otra parte magistral, le atribuyen a este Salvaleón badajocense el fuero otorgado por Alfonso IX en el año indicado cuando aún no había sido conquistado y rebautizado por las tropas leonesas.

Algo similar ocurre con Villamiel, municipio que comprende el antiguo que le da nombre y el desaparecido de Trevejo. Villamiel, como municipio –no como heredad o finca particular- es uno de los pocos que en la Edad Media tenían partida de nacimiento. Villamiel en cuanto localidad fue creada en una carta puebla extendida por la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en el mes de octubre de 1235. Pues bien tanto el Catálogo de fueros de la Real Academia de la Historia como el de los sesudos profesores dicen que Villamiel es una villa de la provincia de Toledo, partido judicial de Torrijos (lo que es verdad)  a la que la Orden del Hospital concedió fuero en 1235, lo que es mentira: no hay más que leer el fuero y ver los límite que en él se dan a Villamiel para comprobarlo.

En resumidas cuentas: tres nombres de nuestra comarca con una cierta Historia suelen ser confundidos por los historiadores con otros homónimos con los cuales Sierra de Gata no tiene nada que ver. No sé cómo debe hacerse pero estimo que no debiéramos dejar pasar ninguna ocasión de reclamar lo que es nuestro, en este caso Historia. El libro de Juan Carlos García Delgado citado líneas arriba puede ser una de esas ocasiones.

Reivindiquemos nuestros nombres y nuestra Historia