jueves. 28.03.2024

Sobre la educación de l@s futu@s ciudadan@s

¡En este juego nadie se puede mover sin permiso del rey! ¡Rey!

Este es el comienzo de un juego en el que el autoproclamado rey es el que decide cuándo hay que moverse y cómo hacerlo. El resto de los jugadores no puede moverse para avanzar hasta que no reciban el permiso real.

Con este juego como con tantos otros, se pueden plantear varios aprendizajes, no solo los relativos al desarrollo de las destrezas físicas.

Las funciones de los juegos infantiles son muchas. A través de los juegos, libres, de normas, de imitación, etc., entrenamos capacidades de todo tipo, aprendemos también códigos de comportamiento, los roles, las estrategias, etc. El juego es por ello un medio, un recurso pedagógico muy interesante y necesario.

Utilizando este y otros recursos, la Escuela, entendido este término en un sentido amplio, debe facilitar, favorecer que l@s niñ@s como individuos y como colectivo, construyan su propio camino, creen sus propias experiencias, sean así l@s protagonistas de sus vidas, asuman responsabilidades, aprendan a tomar decisiones, a intervenir en todos los aspectos que les competen, que tengan que ver con ell@s y con su aprendizaje, con su desarrollo; sin esperar que nadie les defina su destino y sin temor a significarse, a destacar, a ser señalad@ como diferente, a sufrir represalias por parte de quienes no están dispuestos al diálogo y a falta de argumentos quieren imponer sus ideas por la fuerza. La educación debe ayudar a comprender que si no vives como piensas, te arriesgas a pensar como vives.

La Escuela también tiene que ayudar a crear la conciencia de la necesidad de ser parte de la comunidad, de asumir el rol de ciudadan@, de participar. No conformarse con que otr@s decidan por un@ mism@, con delegar en los demás las tareas que son de tod@s y que le corresponden a cada un@.

Esto último de delegar puede ser muy cómodo, pero no es necesariamente ni bueno, ni interesante.

La comodidad difícilmente conlleva cambio, difícilmente conduce al progreso. Sin cambios no es posible la evolución (esto es así en relación con la evolución de las especies naturales y también en relación con la evolución de las sociedades humanas). Y la falta de evolución conduce al estancamiento y al atraso en relación con aquellos que sí avanzan.

Asociado a esta idea de falta de evolución, la imagen que se percibe de la situación de Extremadura fuera de sus fronteras, de la que el propio Presidente Monago se hace eco aportando una serie de datos sobre la realidad actual, es una imagen de desventaja con respecto al resto de comunidades y que en muchos aspectos son el reflejo del atraso que sufre esta comunidad.

Parte de esta realidad puede tener que ver con los resultados de las pruebas escolares externas, realizadas recientemente y que sitúan a Extremadura a la cola de las 14 comunidades que han sido evaluadas. En estas pruebas aunque los resultados de una parte del alumnado sean buenos, los malos resultados del resto hacen que la media sea mediocre o mala. Por lo que la responsabilidad de un@s se ve ensombrecida por la falta de responsabilidad de otr@s. Tampoco debemos conformarnos con esta situación. Tenemos el derecho y el deber de exigir que tod@s asumamos y cumplamos con nuestra responsabilidad.

Salir de esta situación depende de l@s ciudadan@s que habitamos en este territorio que atesora el maravilloso patrimonio natural que nos rodea.

Para ello habrá que abandonar viejos esquemas y creencias, actitudes de pesimismo, resignación y apatía que según un reciente informe sociológico, caracteriza a una parte de la sociedad extremeña.

Quizás esto no se aprenda de la noche a la mañana y aunque sabemos que los aprendizajes se hacen mejor desde niñ@s, también sabemos que el modelo que l@s niñ@s van a adoptar es el que ven a su alrededor, por lo cual no hay más remedio que ponerse manos a la obra y meterse de cabeza en la gestión de los asuntos que nos competen, tomando la iniciativa y sin esperar a que el “rey” o la “reina” de turno nos otorgue su regia autorización.

Sobre la educación de l@s futu@s ciudadan@s