sábado. 20.04.2024

Libertad de prensa: derecho y deber de todos

La Asamblea General de las Naciones Unidas acordaba en 1993, siguiendo la recomendación de la Confederación General de la Unesco, proclamar el 3 de mayo como el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Han pasado 23 años y la reivindicación que perseguía esta proclamación, “la imprescindible necesidad de una prensa libre en todo el mundo”, sigue estando muy vigente.

En nuestro país, como también en Extremadura, lo está hoy, posiblemente, más que nunca. Los periodistas así lo sentimos, y ante lo que está ocurriendo en nuestra profesión nos resulta difícil no sentir indignación. Existe autorización para que las prácticas para los estudiantes de periodismo sean no remuneradas; hay cada vez más empresas que utilizan becarios, también sin remunerar, para cubrir las vacaciones de sus empleados; es frecuente encontrar no titulados al frente de gabinetes de prensa y comunicación de instituciones públicas; cada vez hay más precariedad laboral en los medios de comunicación; ofertas de empleo sin sueldo o con pagas irrisorias... ¿Cómo no indignarse ante estas prácticas cada vez más extendidas y generalizadas?

Los periodistas cacereños, como los de toda España, levantamos la voz y nos esforzamos por luchar contra estas denigrantes realidades. De hecho, en la última asamblea general de las asociaciones de periodistas de todas las provincias españolas se han aprobado, por unanimidad, diferentes resoluciones al respecto. Entre otras, solicitar a los grupos parlamentarios que trabajen para modificar la actual regulación de las prácticas académicas de los estudiantes universitarios con el fin de que sean obligatoriamente remuneradas, y a las universidades que eliminen las ofertas sin sueldo; protestar oficialmente ante las empresas de Comunicación que ofrecen trabajo sin sueldo para periodistas, e instar a la Seguridad Social a que intensifique las inspecciones en las empresas que recurren a los becarios para cubrir puestos de trabajo; pedir a la Administración que exijan la oportuna licenciatura a los aspirantes a cubrir puestos en sus gabinetes de  prensa; y rechazar los intentos de control externo, presiones y cualquier tipo de acción que ponga en entredicho el papel del periodista libre.

Pero no sólo los periodistas debemos sentirnos indignados ante lo que está ocurriendo, pues son hechos que afectan no sólo a los profesionales de la información, sino a toda la sociedad. No nos corresponde únicamente a los periodistas levantar la voz y luchar contra estas prácticas, pues no sólo son una lacra para la dignidad laboral de un determinado sector, sino que suponen también, sin duda alguna, un mazazo a la adecuada información periodística y, por tanto, al derecho de los ciudadanos a estar bien informados.

A los periodistas nos corresponde aplicar normas de adecuado comportamiento profesional, como cuestionar y no sólo criticar, utilizar un correcto lenguaje, buscar fuentes diversas, consultar a quien denuncia pero también a quien se va a denunciar... En definitiva, trabajar para mejorar la información y que esta sea digna y veraz. 

A los medios y empresas de comunicación, por su parte, les corresponde asumir su responsabilidad en temas tales como garantizar unas dignas condiciones laborales que permitan a sus trabajadores el tiempo y los recursos necesarios para la búsqueda y elaboración de sus informaciones, garantizar la libertad precisa para dar informaciones serias...

Y a los ciudadanos, que como usuarios deciden qué quieren saber, por qué medios..., luchar por la veracidad, por evitar la manipulación.

Como bien proclama en su manifiesto del Día Mundial de la Libertad de Prensa 2016 la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), y asume la Asociación de Periodistas de Cáceres (APC) como asociación miembro, “no cabe reducir  este 'Día' a determinadas reivindicaciones  de quienes desarrollan las tareas informativas,  porque es la sociedad entera la que está  involucrada en este ejercicio y defensa de una libertad que es garantía imprescindible de un régimen democrático. Nada mejor que medir esta libertad para saber el grado de democracia de un país”.

Todos lo reconocemos, y así lo pone de manifiesto en este escrito la APC,  la situación de la profesión periodística no es hoy la mejor,  pero no hay que olvidar que es la situación que entre todos hemos propiciado; y ante esta realidad, consideramos que ha de ser de todos la lucha para conseguir que se recupere el prestigio profesional en el Periodismo y la libertad de prensa que a todos beneficiará. 

    Fdo: Junta Directiva de la APC

             Presidenta, Isabel Bravo

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