Esta es la primera vez que Luis Gordo Martín “se produce una respuesta tan unánime de los olivareros del norte de Cáceres” en busca de una solución a sus problemas, que pasa por lograr saber el precio de la aceituna antes de iniciar la campaña de recolección
Esta tarde, tras la manifestación de Villanueva y las marchas de Torrecilla y Pozuelo de Zarzón que confluirán en la primera localidad, los representantes de los olivareros mantendrán una reunión con media docena de propietarios de puestos de aceituna en el norte de la provincia. La reunión la han solicitado los propios olivareros, que ayer fueron recibidos por el consejero de Agricultura, José Antonio Echávarri con el fin de conocer los problemas del sector.
Según declara Luis Gordo Martín, representante de la cooperativa de segundo grado De Granadilla-- y “promotor” sin proponérselo-- de este parón y marcha de los agricultores. “Estoy relativamente satisfechos con la reunión mantenida con el consejero porque, si bien no hemos solucionado el tema de los precios, hemos cerrado tres compromisos para nosotros muy importantes”.
Por un lado, la consejería “se compromete a inspeccionar los puestos de compra de aceitunas y a que cumplan, como todos, con la legalidad”, según Luis Gordo Martín. Además, añade, el representante, Agricultura “se compromete a crear líneas de financiación para los productores de manzanilla cacereña y a promocionarla”.
A pesar de estos buenos resultados, los olivareros no desconvocan la manifestación de hoy --desde Torrecilla de los Ángeles y Pozuelo de Zarzón hasta Villanueva-- para pedir precios justos y por anticipado a las campañas de recogida de aceituna.
En este sentido, al menos de momento, los precios tendrán que tratarlos directamente con los propietarios de los puestos. “En un libre mercado, la consejería no puede entrar así como así”, comenta Gordo Sánchez “si no alcanzamos un acuerdo entre las partes, entonces se verá obligada a ejercer un arbitraje”.
“Necesitamos saber, antes de iniciar la campaña, cómo se pagarán las aceitunas, necesitamos garantizar un precio justo por nuestro trabajo”, señala Gordo Sánchez. “Cuando entro en un comercio y veo el precio de las aceitunas --comenta el erigido involuntariamente “representante del olivar”-- me pregunto ¿sabrán los consumidores lo que nosotros cobramos por la aceituna”.
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