jueves. 28.03.2024

La de ayer fue la “primera marcha de esta magnitud que se recuerde en el norte cacereño desde hace 40 años”, comentaba  a este digital Javier Simón, exalcalde y olivarero de Villanueva de la Sierra. Si aquella tuvo conatos violentos aislados --los huelguistas agredieron a varios agricultores que no pararon la recogida en Cadalso y San Martín--, recuerda Simon, la de ayer en Villanueva de la Sierra fue una marcha pacífica. Pacífica y emocionante.  Hasta la pertinaz lluvia apoyó con su ausencia las reclamaciones de los agricultores.

La reivindicación de los olivareros es  tan sencilla que parecen increíble: no perder dinero con el fruto de su trabajo.

Los agricultores no saben cuánto van a ganar antes de iniciar la campaña, no hay un precio preestablecido por kilo de aceituna según categoría. Así, se pueden llegar a encontrar, como ha sucedido las dos últimas temporadas, que, tras un año de trabajo, pierden dinero o no llegan a cobrarlo.  Existen productores que tardan en cobrar hasta tres años y la factura la cobran siempre en dos veces: Una en Navidad y otra en mayo.

La de ayer fue una manifestación por un precio justo, por un trabajo digno, para intentar cambiar la situación actual del olivar en el norte de Cáceres y todo lo que ella conlleva: abandono del cultivo, pérdida de puestos de trabajo, pérdida de población, aumento del riesgo de incendios, en definitiva, pérdida del paisaje y de los paisanos.

A las diez de la mañana dos columnas de olivareros y olivareras, --porque allí hubo muchas mujeres-- partían desde Torrecilla de los Ángeles y Pozuelo de Zarzón para confluir en el cruce de la EX--204 y la EX--205, en Villanueva de la Sierra. Allí esperaban 1.500 agricultores llegados en autobuses y vehículos propios desde La Pesga, Trasierra--Tierras de Granadilla y numerosos vecinos y olivareros procedentes de Gata, Torre de Don Miguel, Santibáñez el Alto, Villasbuenas de Gata, entre otras.

La salva de aplausos y proclamas que estalló cuando la marea  verde invadió la vía hizo llorar a más de uno y emocionó a casi todos. Las sentidas palabras de Marisa, olivarera de Torrrecilla de los Ángeles, y el joven Jaime, de Montehermoso, arrancaron los aplausos de sus compañeros a la hora de las intervenciones.

Los olivareros no han cogido una aceituna en el norte de Cáceres desde que comenzó la campaña 2014 hace quince días. El granizo caído y las fortísimas lluvias de estos días no son buenos para el fruto, que acabará rajándose “y bajarán aún más de precio”, comentaba un agricultor.  En opinión de Sonia Rey “es preferible perder hoy si con eso logramos un futuro mejor para nosotros y para nuestros hijos”.

En Torre de Don Miguel, los vecinos han creado una plataforma en defensa del olivar y de los agricultores “estamos recogiendo firmas para apoyar su causa y el primer día, en una hora, firmaron medio centenar”, declara Javier Briosca. “Pasaremos las hojas de firmas a todos aquellos pueblos que quieran sumarse a la defensa de sus reivindicaciones”, añade.

Al bajo precio que pagan los puestos por la aceituna se suman los problemas de los olivareros con sus cooperativas.

María José Santano, olivarera de Torre de Don Miguel abandonó Acenorca --cooperativa de segundo grado-- la anterior temporada. “No se puede consentir que el agricultor pague el cultivo y luego no cobre el fruto” declara indignada. Como ella, otros 138 socios se dieron de baja en la cooperativa y, en la actualidad, quedan unos 25.

Como estos socios de Torre, la cooperativa San Sebastián, de Hernán Pérez, tomó la decisión de abandonar Acenorca en febrero de este año, después de tres campañas sin cobrar. “Cuando veo un bote de aceitunas en el mercado me pregunto --reflexiona Luis Gordo, portavoz de los olivareros en esta lucha-- ¿sabrá el consumidor que este agricultor no ha cobrado?”.  

Hubo un tiempo en que Hernán Pérez era el pueblo con más tractores de Extremadura  y casi todos trabajaban en el olivar. En esta localidad, la última campaña se entregaron 1,200.000 kilos de aceitunas a Acenorca y casi 600.000 kilos se vendieron en puestos “llevamos tres años sin cobrar y preferimos vender más bajo que seguir perdiendo dinero”, apunta un agricultor de la localidad, miembro cooperativista.

Alfonso Beltrán, alcalde de pueblo aceitunero y presidente de la Mancomunidad de Municipios Sierra de Gata lleva años reclamando “apoyo para el olivar” y exige “el cobro de las ayudas que la Constitución contempla para los territorios de montaña”. El dirigente comarcal promovió  la Mesa del Olivar para la protección y defensa del sector en la que invitó a participar a las comarcas limítrofes. En su opinión “se trata de defender una forma de vida y de cultura, no es simplemente una cuestión sectorial o agraria, va más allá y afecta a toda una cultura, un modo de vida, un paisaje y, sobre todo, a sus paisanos”.

"Los bajos precios hacen que se abandone el olivar porque cuesta más mantenerlos que lo que te van a pagar por recoger", sintetiza  Javier Alviz, alcalde de Acebo.

En la crisis del olivar muchos ven el motivo del abandono de los pueblos, de la marcha de los más jóvenes.  Daniel Pérez y Conchi Corchero, alcaldesa en funciones de Villanueva de la Sierra coinciden en que “la muerte del olivar supone la muerte de nuestra tierra y la marcha de nuestros hijos”.

Precisamente en Villanueva de la Sierra nació la fiesta medioambientalista más antigua del mundo, el Día del Árbol. Alfonso Beltrán lleva años insistiendo en la “necesidad de reconocer fehacientemente el papel crucial que juega el olivar en la Sierra, desde el punto de vista, económico, cultural, social y poblacional”. “El olivo ayuda a frenar el fuego y ayuda también a mantener la población porque es una fuente de riqueza".

La reunión mantenida ayer tarde entre productores y compradores  de los puestos “no ha dado ningún fruto”, comenta Luis Martín Gordo, portavoz de los olivareros. Durante tres hora y media, “expusimos nuestras reivindicaciones pero ellos no ofrecieron nada”, comenta. Hoy, ambas partes mantendrán una segunda reunión “y esta vez esperamos alcanzar algún acuerdo o, al menos, acercar posiciones”, concluye.

Este diario lo hacemos todos. Contribuye a su mantenimiento

ING Direct - Sierra de Gata Digital
Nº CC ES 80 1465 010099 1900183481

Cerca de 3.000 olivareros reclaman en Villanueva no vender bajo coste