martes. 23.04.2024

Esta Sierra tiene plan para cada día y, si me apuran, para cada hora del día. Llega noviembre y con él miles de grullas procedentes del norte europeo que eligen la isla de el pantano de El Borbollón para pasar con nosotros el invierno y continuar después hacia tierras africanas. En los momentos de máxima afluencia, pueden contemplarse hatas 4.600 grullas ejemplares.

El amanecer y el anochecer son las horas del día idóneas para apostarse frente a la isla del pantano y, provistos de primáticos, zoomes y trípodes, esperar a escuchar el sonido que anuncia la llegada en grandes bandadasde grullas.

Durante el día, la carretera que une Villasbuenas de Gata con La Moheda de Gata es un lugar único --una slow road-- para contemplarlas en tierra, comiendo entre el ganado. Pena que el lamentable estado del tramo final dirección La Moheda --entre la presa del pantano y la acequia-- sea impracticable. Que esta carretera haya llegado a un deterioro como el actual ha supuesto dejar a los vecinos de la parte central de la Sierra sin una salida natural hacia Moraleja y Coria y les obliga a dar un rodeo por Perales del Puerto, con el consiguiente aumento de los costes y tiempos de desplazamiento. El estado actual de la vía --cuya titularidad no está clara entre la Confederación Hidrográfica del Tajo y el ayuntamiento de Gata-- la ha transformado en una carretera muerta, sin salida, para los turistas interesados en el avistamiento de aves, los vecinos y usuarios de los baños medicinales y los empresarios que trabajan en la zona: ganaderos, agricultores y responsables de alojamientos turísticos.

De hecho, desde el punto de vista turístico, el abandono de esta vía supone un perjuicio directo a los recursos públicos y negocios privados afincados en la zona. La pesca en el embalse  Rivera de Gata y en la charca de El buen hombre, o los baños de la Cochina, cuyo número de usuarios aumenta cada verano gracias a la buena fama de sus aguas medicinales, cuentan, desde el último año, con un solo acceso desde la Sierra y se han quedado sin entrada desde el llano. Las empresas de actividades en la naturaleza o los innovadores alojamientos rurales que funcionan en aquella zona también han visto mermadas sus vías de comunicación. En este sentido, el cierre de facto de esta vía supone un muro para el acceso directo a la EX--A1 en su salida por Coria, con la pérdida de ventaja competitiva que esto implica.

Y volviendo a las grullas que nada entienden de política aunque sí la sufre. se echan de menos aquellas jornadas que organizaba el Camping El Borbollón sobre estas aves chillonas y elegantes. Hubo un par de ediciones magníficas tanto por los ponentes y los contenidos como por las actividades que Goyo organizaba de forma paralela. Los concursos de fotografía, los conciertos de medianoche, el anillamiento, la contemplación de las aves, la imagen y la palabra.

En los últimos años vienen proliferando las jornadas y seminarios en torno a las aves migratorias pero ahora los encuentros se organizan en nuestro entorno y se basan en los recursos naturales de la Sierra para dar contenido a sus propuestas. Es necesario volver a tomar la iniciativa.

En este diario creemos necesario recuperar iniciativas privadas que vieron la luz en la Sierra en años pasados. Nos referimos a estas jornadas sobre las aves invernantes que celebraba el camping pero también a las jornadas micológicas que celebró Villasbuenas de Gata durante dos años cuando vinieron hasta la Sierra los mayores expertos nacionales en hongos.

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¡¡Que vienen las grullas!!