La planificación es esencial, si se contrata tendremos asegurada la plaza, tanto en relación con el transporte, la plaza hotelera y los servicios complementarios. Pero si anulamos el viaje perdemos parte del precio del mismo, según el tiempo del preaviso.
Si no se contrata el viaje dispondremos de mayor libertad de movimiento, pero debemos hacer la reserva adecuada.
Si decidimos contratar el viaje a través de una Agencia, empezaremos por comparar precios y calidades. Contratar con mucho adelanto sólo es aconsejable si se tiene claro el viaje, si el destino es muy solicitado o se va a efectuar en fechas problemáticas o si se va a beneficiar de un descuento en el precio; en caso contrario es mejor esperar. Una vez tomada la decisión debemos exigir el contrato por escrito, leerlo detenidamente y aclarar las dudas. Tengamos en cuenta que los catálogos publicitarios tienen la validez de un contrato por lo tanto debemos conservarlos hasta el fin del viaje para poder exigir que se cumplan con las condiciones contratadas y por supuesto poder reclamar en caso de que se hayan vulnerado nuestros derechos. En todo caso recordar que si no estamos de acuerdo con los productos o servicios recibidos es recomendable presentar una reclamación en el momento y una vez de vuelta del viaje, formalizar la reclamación pertinente.
Procuremos elegir establecimientos que estén adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, nos facilitaran la resolución de posibles conflictos que puedan surgir. Las empresas adheridas muestran el logo en lugar visible del establecimiento y son garantía para el consumidor de que la empresa tiene buena disposición de resolución de controversias.
En términos generales diremos que, por ejemplo en la contratación de servicios de hostelería todos los establecimientos tienen que disponer de una lista de precios situada en lugar visible dentro y fuera del establecimiento. Los precios serán globales, por lo que se entenderá incluido el importe del servicio y los impuestos que en su caso sean aplicables.
En la hostelería no se puede cobrar al consumidor sumas en concepto de cubierto, carta, reserva de plaza o cualquier otro similar. Algunos restaurantes cobran por separado el pan o un aperitivo que sirven al cliente. Si no desea uno u otro, es recomendable indicárselo al camarero para que no se lo incluyan en la cuenta.
Para los establecimientos es obligatorio emitir factura.
Deben tener a disposición del usuario hojas de reclamaciones.
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