Podríamos definir la telepatía como esa capacidad de comunicarse sin la intervención de palabras o gestos y sin que importe la distancia entre emisor y receptor.
De acuerdo con experimentos efectuados por parapsicólogos, la telepatía parece existir, no solo entre seres humanos sino también entre plantas y animales.
A este respecto son bien conocidos los experimentos del japonés Emaru Emoto, que confirman las diferentes formas que adquieren las moléculas de agua dependiendo del tipo de pensamientos que emite la persona que trata con ella.
En 1969, Cleve Backster, en Nueva York, aplico un polígrafo a una planta y generó el pensamiento de aplicarle una cerilla encendida, inmediatamente la aguja del polímetro se puso a oscilar de un lado a otro del papel.
En un experimento llevado a cabo desde un submarino sumergido, donde fueron sacrificadas crías de conejo, se observó, las madres situadas a varios kilómetros de distancia reaccionaron convulsivamente en el momento del sacrificio.
¿Explicarían estos experimentos las percepciones que madres humanas han tenido en el mismo momento en que les ha ocurrido un accidente a sus hijos? Yo personalmente, en mi casa, con mi mujer he tenido numerosas pruebas de que este fenómeno es totalmente real.
Quienes creemos en la existencia de la telepatía, afirmamos que el cerebro humano, emite y recibe mensajes en forma de pensamientos, que son recibidos y expresados por otras mentes, traducidos o interpretados dependiendo de las características o forma de pensar del receptor.
Desde el punto de vista físico, las glándulas encargadas de esta función son, la pituitaria como encarga de transferir la información al hipotálamo, el cual la elevaría de frecuencia para ser emitida por la glándula pineal. El proceso de recepción sería exactamente el contrario.
En cuanto a la distancia y el tiempo, convendría tener en cuenta los postulados de W. Tiller y Albert Einstein, que contradiciendo las leyes de Newton decían que hay energías que se mueven dentro de un espacio tiempo negativo a velocidades diez mil millones de veces superior a la de la luz. Es decir podrían llegar de una punta del universo a la otra en el mismo momento de generarse.
Con la investigación en el campo de la neurología cuántica, se abre un nuevo campo, que quizás pueda ayudar a dar respuesta a la hipótesis telepática. La palabra oficial la tienen ahora los científicos e investigadores. Solo es preciso que sus creencias oficiales no obstaculicen su trabajo.
Hasta otro día amigos.
Agustín
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